| Clasificación Razonada |
El 30 de marzo de 2010, con motivo del 264 aniversario del nacimiento de Goya, Ricardo Calero llevaba a cabo la creación de Los pasos..., de la Casa al Museo. Fuendetodos, un grabado de 1,15 metros de ancho y 114 metros de largo, la distancia exacta que dista entre la casa natal del pintor y la sede del Museo del grabado en la citada localidad. Aunque realizada en 2010, esta obra se debe poner en relación directa con otras dos creaciones que Calero desarrolló en 2005 en el pueblo de Goya, como son Natural de Fuendetodos y, especialmente, Más, más luz donde, partiendo del paseo por el camino que pudo seguir el pintor cuando abandonó la localidad, Calero seleccionó una serie de piedras bajo las que depositó el papel de grabado sobre el que actuaron el peso de la propia piedra, el tiempo, el agua, la tierra; la naturaleza, en definitiva.
Esta unión del gofrado, del caminar, del tiempo y de la acción de los elementos naturales, característicos, por otro lado, de la producción de Calero, vuelve a darse en Los pasos. de nuevo con Goya como telón de fondo. En esta ocasión, el papel se dispuso sobre el suelo que lleva de la casa natal de Goya al Museo del grabado y que actuó como la plancha matriz que quedaría grabada en la obra, una especie de intento de evocar los primeros pasos que pudo dar Goya a través de la huella dejada en el papel por las rugosidades del suelo que le vio caminar. De acuerdo con la habitual experimentación de Calero en el arte del grabado, su creación fue concebida como una acción colectiva con vecinos de la localidad, con la especial participación de los más ancianos, y estudiantes de Bellas Artes que, a través del acto de caminar entre la casa de Goya y el museo, dejaron grabada su huella en el papel como si se tratara de un gofrado. Tras los recorridos de los asistentes, una apisonadora actuó como el "tórculo" con el que se daba por finalizado el grabado. El discurrir del tiempo, la distancia y el lugar, quedaban así materializados a través del acto de caminar grabado sobre el papel en esta acción que, además, introducía el azar y lo incontrolable por medio de los elementos naturales (el agua tintada con polvo de piedra caracoleña), de la irregularidad del suelo y el deambular libre de los propios participantes.
Un año después de su creación, el 30 de marzo de 2011, 265 aniversario del nacimiento de Goya, la obra en sus 114 metros de longitud fue presentada en el Museo del grabado de Fuendetodos, creando a partir de ella una edición limitada en la que el grabado queda acompañado de un conjunto de fotografías con las que Calero registró la acción de la que surgiría el gofrado.
En el caso concreto de esta obra, el fragmento del gofrado está acompañado de seis fotografías que aluden a los distintos elementos implicados en la creación: la sombra de una persona que arranca a andar; una vista de la puerta de la casa de Goya; la piedra caracoleña partida con una maza de hierro; un cubo con agualluvia en la embocadura de un pozo; cómo se derrama el polvo de piedra en el agua; la apisonadora que comienza a pasar por encima del papel frente a la casa de Goya. Calero sintetiza de esta manera todo el proceso de creación, dando lugar a una obra construida sobre lo esencial; los grises, blancos y negros de las fotografías y del grabado, pero sobre todo los propios materiales empleados en este singular grabado: el agua, el papel, la piedra, el polvo oscuro que de ella surge, el tiempo y el ser humano en su eterno caminar.
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